
viernes, 19 de diciembre de 2008
jueves, 18 de diciembre de 2008
The last picture show
(Cando a nova da morte de Alexandre, en 323 a. C., chegou finalmente a Atenas, os sentimentos antimacedónicos fixeron que Aristóteles, con coñecidas conexiones con Macedonia en xeral, e con Alexandre en particular, fose visto como sospeitoso e branco das iras da poboación. Para impedir que os atenienses "pecaran de novo contra a filosofía", como dixo o propio Aristóteles tendo en mente o caso de Sócrates, deixou a cidade e a súa querida escola -foi Teofrasto o seu continuador nela-, fuxindo coa súa familia a Calcis (Calcidia), na illa de Eubea (neste enlace podes ver nun mapa Atenas, Eubea en rosa, e Calcis-Chalkida nun cadrado verde), fortaleza de influencia macedónica onde o filósofo vivíu nas propiedades que recibira da súa defunta nai, morrendo no 322 aos sesenta e dous ou sesenta e tres anos...).
Fuxira por mar, desde o porto ateniense do Pireo, ou primeiramente por terra, para coller máis tarde o barco cara a Calcis, a un tiro de pedra da costa continental, tal día ou tal outro tivo que ser o último, a última ocasión na que o estaxirita puidera contemplar a cidade á que chegara aos dezaoito anos, a cidade da Academia, a cidade do seu mestre e amigo Aristocles, e de tantos outros amigos e lazos sentimentais... Talvez nese día, nese momento, era consciente de que toda unha época chegaba ao seu fin..., ou talvez soamente tiña a mente para pensar en todo o que perdía irremediablemente, e dada a súa idade e saúde, para sempre: o Liceo, a biblioteca, os arquivos persoais, os colaboradores e amigos...
Para sempre.

Para sempre.
jueves, 11 de diciembre de 2008
"Eudaimonía", con K

"(..) La felicidad debe ser, pues, una actividad de acuerdo con la virtud. (...) Hemos aprendido también que la sabiduría teórica es superior a la práctica, y que al menos una parte del valor de ésta última consiste en que ayuda a producir la primera. Es evidente que para Aristóteles la contemplación es el principal ingrediente de la felicidad, pero no es tan evidente si la acción moral constituye otro elemento de la felicidad o sólo un medio para obtenerla. (...) La felicidad (...) debe ser una actividad de acuerdo con la virtud de la mejor parte de nosotros mismos, es decir, de la razón. La actividad que constituye la felicidad es teorética. Es la mejor actividad de que somos capaces, (...) acerca de los mejores entre todos los objetos: los que son eternos e inmortales (...); es el género de vida que debemos atribuir a los dioses, porque sería absurdo atribuirles una vida moral. Pero la vida contemplativa es demasiado elevada para nosotros, no podemos vivirla en tanto que hombres, es decir, en tanto que seres compuestos de cuerpo, alma irracional [vexetativa e sensitiva] y de razón, sino solamente en virtud del elemento divino que está en nosotros. No debemos , sin embargo, seguir a aquellos que dicen que, en tanto que hombres, debemos preocuparnos sólo de las cosas humanas; debemos, en la medida de lo posible, "asirnos a la vida eterna" viviendo la vida de esta parte de nosotros mismos que, no obstante es pequeña, es la mejor de nosotros y lo más verdaderamente nosotros mismos. Quien vive así es el hombre más feliz.
No es, sin embargo, el único hombre feliz. La vida de la virtud moral y de la sabiduría práctica, relacionándose como lo hace con los sentimientos que derivan de nuestra naturaleza corporal, es la vida de todo el conjunto de este ser compuesto que es el hombre, y de una felicidad que se puede llamar "la felicidad humana". El papel asignado por Aristóteles a la vida moral, parece ser, pues, doble: 1) constituye una forma secundaria de la felicidad, en la cual debemos recaer porque no somos todo razón y no podemos vivir siempre en el plano de la vida contemplativa. Y 2) nos ayuda a llegar a la forma más elevada de la felicidad. Aristóteles dice muy poco acerca de cómo se produce esta ayuda. (...) Consideraba la acción moral como favorable a la actividad intelectual por la sujeción de las pasiones. Pero aunque su teoría formal subordina la vida moral a la vidaintelectual, nunca explica en detalle esta relación. Cuando Aristóteles estudia las actividades morales , las trata como buenas en sí mismas, y al agente moral como si no tuviera otros motivos que la nobleza misma del acto. En efecto, atribuye a la vida moral más valor del que se desprende de su teoría formal."
En definitiva:
- Quedámonos coa dúbida.
- Queda bastante claro que, unha vez máis, a pregunta era... bastante boa.
Etiquetas:
ARISTÓTELES,
TEMA 2,
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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